ICS Lima

EXCELENCIA

Un compromiso con la excelencia...

La excelencia está mal cuando es un fin en sí misma. Si perseguimos la excelencia por el simple hecho de ser excelentes, hemos creado un ídolo al que servir. Sin embargo, la excelencia es una búsqueda digna si es una respuesta al Dios que nos ha llamado a mostrar su Gloria. Colosenses 3:17 (NASB) dice lo siguiente: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él." Este versículo nos señala un estándar de conducta muy elevado. Es un estándar que será identificado como excelencia por aquellos que lo observen siendo vivido.
 
  • Cuando hablamos a los alumnos, lo hacemos por nuestro Salvador.
  • Cuando hablamos a los alumnos, lo hacemos por nuestro Salvador.
  • Cuando hablamos a los alumnos, lo hacemos por nuestro Salvador.
  • Cuando interactuamos con otros miembros de nuestra comunidad, lo hacemos por nuestro Salvador.
  • Cuando animamos a un equipo deportivo, lo hacemos por nuestro Salvador.
 
Como seguidores de Cristo, al examinar la lista anterior, todos estaríamos de acuerdo en la premisa de que todo debe hacerse por Cristo. Cuando vivimos nuestras vidas en la realidad de su valor para Dios, en respuesta al amor que Dios nos ha mostrado, y con el fin de complacer al Padre sirviendo al Hijo, la búsqueda de la excelencia es el resultado. La misión de Dios es engrandecer Su nombre entre las naciones. La excelencia es el resultado de perseguir la misma misión al mostrar Su grandeza en lo que hacemos. Siempre debemos tener cuidado cuando se nos elogia por la excelencia, aprovechar la oportunidad para reconocer la Verdadera Fuente de la excelencia y su verdadero fin.